Fui a Japón por primera vez en 2016. Fue un viaje inolvidable lleno de aventura e ilusión. Conocí una cultura nueva a pesar de haberme fascinado con Japón desde niño, cuando mi madre me contaba historias de cuando trabajó allí.
Habiamos ido a competir en el World Kenpo Kai Championship que se celebra cerca de Nagoya. La familia de Kenpo Kai no solo me acogió sino que me llevo por rincones que solo ellos conocian enseñandome una cara del pais que no habria conocido de otra manera. Por suerte no hubo demasiados moratones y después de la competición me quedé una semanas más con dos compañeros de Kenpo Kai que me acompañaban en el viaje. Fuimos a la aventura. Teniamos algo planeado pero nos perdimos e improvisamos, pudiendo ver todo lo que queriamos y tomar los caminos que se presentaban en el dia a dia.
Todo parecia una pelicula. Fuimos a Nara a ver los cervatillos que corren libremente por la ciudad, echandonos la siesta y despertandonos en mitad de un festival de luz rodeado de mandalas hechos con 20.000 velas. Descubrimos Tokyo con sus bares con aforo de 6 personas en la decimoseptima planta. Acabamos en Hiroshima y Miyayima atraidos por su historia viendo fuegos artificiales y en Kamakura dandonos un chapuzón en la playa.
De una forma u otra nos pasamos los dias viajando en el tren bala para el norte, sur este y oeste del pais. Queriamos hacer y verlo todo. Incluso acabamos escalando el Monte Fuji en medio de un tifón solo para ver el amanecer, historia que quizás os cuente en otro momento. Pero antes, paramos en el templo del agua de Kyoto, Kiyomizudera.
Se llama el templo del agua porque en su ladera cae la cascada Otowa que dicen que
tiene propiedades energeticas, trae buena fortuna y exito en el amor. ¡Por supuesto que bebimos!
El templo es precioso y tiene unas vistas increibles. Y como buen templo japonés a cada rato encuentras un pequeño estanque con peces koi. Los tipicos peces con bigotes.
Habiamos visitado decenas de templos a estas alturas y habíamos encontrado peces koi en muchos de ellos. Me preguntaba por que, así que decidí, preguntar a un hombre mayor que parecía trabajar ahi. Cruce los dedos porque hablase inglés.
Le pregunté si tenia algun significado el tener peces koi en el templo y me contestó que sí. Los peces pueden vivir hasta 100 años y no paran de crecer. Son un símbolo de buena fortuna y prosperidad. (Si piensas que como el koi es simbolo de prosperidad y El Dojo lo creamos en el barrio de Prosperidad no van por ahi los tiros.) Hablamos un poco y me preguntó que hacia en Japón. Le conté que habiamos estado en el Campeonato del Mundo de Kenpo Kai (ahi todo el mundo lo conoce) y se le abrieron los ojos. Entonces, me preguntó si conocia la leyenda de los peces koi. Ya que hacia artes marciales, tenia que saberlo. Le dije que no, y esperé como un niño a que me lo contase. Y asi lo hizo.
"Hace muuuuucho tiempo, en un pasado lejano, un banco de carpas Koi nadaban en un rio. Llegaron a una cascada donde habia unos demonios, algunos se dieron la vuelta, pero un grupo pequeño de peces nadaron contracorriente con gran esfuerzo, y decidieron continuar luchando para subir la catarata.
El sonido que hacían estas carpas al intentar superar la cascada fue tal, que los demonios se acercaron y decidieron complicarles un poco más las cosas, aumentando la altura de la cascada. Estos peces no se dieron por vencidos y siguieron luchando con fuerza durante 100 años. Casi nada…
Ante tanta insistencia y perseverancia, los demonios se aburrieron de poner obstáculos. Fue entonces cuando una de las carpas consiguió dar un enorme salto y superar la última cascada. Esta catarata era conocida como la puerta del dragón, y como recompensa los dioses transformaron al pez en un dragón, por su perseverancia y valentía.
Desde entonces, se cuenta que cualquier carpa que consiga pasar esa puerta se convertirá en un dragón."
Me pareció muy curiosa la historia, pero el hombre me dijo que el simbolismo del koi se asocia mucho con los samurai. Es muy raro el que no practica algun arte marcial tradicional en Japón. Y estuvimos hablando de los valores y el aprendizaje que uno hace en un dojo que después aplica en su vida.
Me parecio curioso, porque entendí que el Koi en tiempos adversos simboliza persistencia y esfuerzo, la capacidad de sobrepasar cualquier obstáculo en el camino para salir victorioso. Y nos recuerda que alcanzaremos nuestros objetivos, por muy difíciles que sean.
Y esto hace falta que nos lo recordemos de vez en cuando, porque a veces se nos olvida que está en nuestras manos elegir dejarnos llevar por las circunstancias o seguir luchando para cambiar las cosas.
Mientras hablabamos sobre el aprendizaje que ocurre en un dojo tradicional me mencionó otra cosa curiosa. Y es que en el Feng Shui, la carpa suele representar el ying y el yang, que es la armonía perfecta entre lo negativo y lo positivo, el lado femenino y el lado masculino, la luz y la sombra…
El koi se mueve en movimiento circulares representando la creencia de que todo está conectado, todos los aspectos opuestos van juntos y completan el círculo, haciéndolo perfecto.
Por tanto, dos peces emulando el símbolo del ying-yang representan la estabilidad del ser. Si no lo sabeis ya, el objetivo principal del Kenpo Kai es ayudar a desarrollar una persona equilibrada.
Kenpo Kai es un arte marcial tradicional japonés que busca transmitir el espiritu del Budo o en otras palabras "el camino del guerrero". Es una busqueda interna de autosuperacion que nace con los valores y filosofia que se atribuian a los samurais.
Asi que ahi lo teneis. En ese momento no lo supe. Volvi de ese maravilloso viaje y en el año siguiente me fueron preguntando mas personas que les enseñase. Al final me atreví a ver cuanta gente estaba dispuesto a que compartiese con ellos uno de los pilares que ha constituido mi vida. Algo que para mi habia sido primordial en superar altibajos de la vida.
Ese primer año no vi la necesidad de crear un escudo, pero vi la pasion y las ganas con la que los alumnos venian a clase. Y gratamente me sorprendi con la asistencia tan constante que mantenia la mayoria. Ese sentimiento de colectivo, de comunidad, de familia que sentia yo con mis maestros mis compañeros, lo encontraba en los alumnos que se convertian en compañeros y que sentian que formaban parte de El Dojo. Me pareció adecuado atribuir a la imagen de la escuela a los kois con un cerezo floreciendo y un kabuto (un casco de armadura samurai)
De esta forma, con perseverancia y esfuerzo los alumnos de El Dojo través de la práctica de Kenpo Kai desarrollen las virtudes necesarias para poder conseguir.
Y esa es la historia de como nació el escudo de El Dojo.
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