En el Dojo, un lugar donde comenzamos un viaje hace años con tan solo un puñado de alumnos, hemos sido testigos de una transformación asombrosa a lo largo del tiempo. Algunos de nuestros estudiantes comenzaron por mero hobby, con la simple intención de aprender una técnica o dos, sin imaginar lo que el futuro tenía reservado para ellos. Y entonces, llegó el COVID-19, un desafío inesperado que afectó nuestras vidas de maneras que nunca hubiéramos imaginado.
Durante la pandemia, cuando las restricciones y el distanciamiento social se apoderaron de nuestras vidas, nuestros alumnos se vieron obligados a adaptarse a una nueva realidad. Pero, en lugar de abandonar sus prácticas, encontraron en el Kenpo Kai un refugio en medio de la incertidumbre. Fue entonces cuando comenzaron a transformar sus objetivos, alejándose de la mera afición y adentrándose en el mundo de la superación personal y el crecimiento.
En este viaje, nuestros estudiantes se sumergieron poco a poco en el mundo de la competición, un desafío que los llevaría a enfrentar obstáculos y límites que ni siquiera sabían que existían. Se encontraron con derrotas y dificultades en el camino, pero en lugar de rendirse, utilizaron cada desafío como una oportunidad para crecer.
Aprendieron que el camino hacia el éxito está plagado de dificultades, pero son estas mismas dificultades las que forjan el carácter y permiten alcanzar metas insospechadas.
Y así, después de años de arduo trabajo, determinación y un inquebrantable compromiso con el Kenpo Kai y consigo mismos, llegamos al momento culminante de este viaje. Nuestros alumnos han llevado su pasión y habilidades a niveles que nadie habría imaginado en un principio. Han demostrado de lo que son capaces en el Campeonato del Mundo de Kenpo Kai en Túnez, donde han alcanzado el podio más alto. Sus nombres han quedado grabados en la historia de nuestro dojo y en la memoria de todos los que han tenido el privilegio de presenciar su evolución.
Con esta hazaña, marcamos el comienzo de nuevas etapas en el viaje de nuestros estudiantes. Han demostrado que no hay límites para lo que pueden lograr con dedicación y pasión. Este logro no es solo un reconocimiento a su destreza en las artes marciales, sino también un testimonio de su capacidad para superar adversidades y mantenerse enfocados en sus metas.
Hugo Manuel Barros Bermudez:
El respetado sensei veterano de Galicia, se alza como líder del equipo español en un triunfo sin prcedentes. Junto a sus compañeros Diego Jiménez y Sofia Platas, conquistó el título de campeones del mundo en la categoría de combate por equipos, superando a sus oponentes en una serie de emocionantes enfrentamientos. Su destreza y determinación los llevaron a la final, donde alcanzaron la cima del podio. Además, Hugo Manuel Barros Bermudez obtuvo un destacado tercer puesto en la competencia individual de combate de contacto. Su éxito es un testimonio de su habilidad excepcional en las artes marciales y su dedicación al deporte.
Luis López Vázquez:
Instructor de Monfort de Lemos, demuestra su habilidad sobresaliente en la categoría
estrella de combate de contacto. Su destreza en el tatami lo ha llevado a la victoria en una serie de desafiantes enfrentamientos, demostrando que puede superar cualquier obstáculo que se le presente. Su dedicación y talento en el campo de
las artes marciales lo han destacado como un competidor excepcional.
Jorge Mateos Aparicio y Jose Luis Ortiz Zamorano:
Estos valientes competidores demostraron su destreza en la categoría de Defensa Personal al lograr la tercera posición. Su capacidad y su compromiso con buscar esa perfección en cada movimiento a pesar de los nervios los llevaron al podio mundial.
Jose Luis Ortiz Zamorano: Por su lado, quedó tercero en la categoria de semicontacto en la categoria masculino absoluto.
Sofia Platas Pita: Sofia se erigió como campeona del mundo al derrotar a una formidable competidora japonesa en las semifinales. Su victoria es un testimonio del esfuerzo incansable y la dedicación que puso en su entrenamiento, así como de su habilidad para superar los desafíos más formidables. Además volvió al podio al primer puesto como parte del equipo Español formado tambien por Hugo Barros Bermudez y Diego Jimenez Lalana.
Enmanuel Bautista Centurión Peña:
En una demostración magistral de destreza y espíritu, Enmanuel se consagró como el campeón de la categoría estrella de combate contacto. Su habilidad, disciplina y determinación en el tatami lo llevaron a lo más alto del podio.
En el Dojo, celebramos esta victoria con orgullo y emoción, pero también con la certeza de que este es solo el comienzo.
Nuestros estudiantes han demostrado que cuando se combinan la pasión, la perseverancia y la determinación, no hay límites para lo que se puede lograr. Estamos emocionados por lo que el futuro les depara a estos campeones y a todos los que siguen su ejemplo. Juntos, continuaremos creciendo y superando obstáculos en este apasionante viaje que es la vida.